Quantcast
Channel: Opinión – La Galerna
Viewing all articles
Browse latest Browse all 966

Se buscan Relaños

$
0
0

No sé si voy a poder perdonar algún día a Jesús Bengoechea. Él es el responsable de que el diario As haya entrado en mi vida. Cierto es que el Portanálisis de La Galerna me ha proporcionado momentos de similar impacto al de, por ejemplo, la primera vez que vi La vida de Brian, pero el As y toda su oleada opinativa, esa corriente sacrificada y pundonorosa, está de pronto presente en mis días maduros sin haber estado antes en mi adolescencia. Algo así como empezar a fumar a los cuarenta.

No es que yo me bañe con propósitos medicinales cada mañana en esas aguas caldosas, casi calentorras, pero sí que me alcanza su espuma caprichosamente, que suena como efervescencia al formarse y al deshacerse, al leer y al evaporarse en mi mente.

Tengo casi comprobado, y eso que habré leído de forma circunstancial no más de diez artículos de este periódico en toda mi existencia, que los firmados por el señor Relaño (el noventa por ciento de mis chapoteos) son eso mismo: espuma que sube cada mañana y de la que al final del día no quedan más que algunas piedrecitas y conchas y cardos entre la arena en las que algunos se regodean.

Es esa una imagen crepuscular, que es la que me va quedando del señor Relaño: la arena brillante, lisa, el sol ocultándose en el horizonte y algunos pequeños cangrejos que rompen la tersura y el brillo del paisaje. Suele llamarse, equivocadamente para mi insoportable gusto, “periodismo deportivo” a las sorprendentes, por furibundas, arengas del señor Relaño contra Florentino Pérez y a todo lo susceptible de ser debidamente portanalizado.

Siempre recordaré, siendo yo estudiante, la magnífica charla del señor Segurola en la que habló de Faulkner y el boxeo, y de Hemingway y de béisbol y de baloncesto y de natación y de la jovencita Mireia Belmonte. Yo salí de allí creyendo que en mi inminente futuro periodístico escribiría grandes crónicas como Norman Mailer, hasta que empecé a leer los artículos más habituales del señor Segurola y el señor Faulkner y el señor Hemingway empezaron a deshacerse exactamente igual que la espuma no precisamente por el fondo sino por la forma.

Yo vi allí una pluma notable al servicio de un ideal, o de una idea (no demasiado loable en mi insoportable opinión), y no al servicio de los hechos. Traigo aquí al señor Segurola porque debe de ser el destino el que le ha llevado de Marca a As como el destino llevó a Gay Talese de las páginas de deportes de The New York Times a escribir reportajes para The New Yorker o Harper’s Magazine.

El diario As debe de ser el Esquire del señor Segurola, que goza de un prestigio merecido e indudable, o quizá La Vanguardia. Es precisamente en el diario barcelonés donde ha aparecido un artículo firmado por él, (‘La incoherente coherencia’, se titula), una suerte de artículo híbrido entre la opinión, los hechos y el subconsciente desinhibido, casi declamado al borde de una carroza, en el que el afamado periodista desgrana, nunca mejor dicho de un plumazo, toda la vida presidencial de Florentino Pérez como si fueran las aventuras de un Barón de Munchaussen que además hubiera traído consigo todos los males de este mundo (en vez de todas las Copas de Europa de este mundo), que es exactamente lo mismo que yo le vi escribir después de que me encantara hablándome de grandes reportajes deportivos escritos por grandes escritores.

Ahora mismo veo esa imagen de un As crepuscular como la ropa tendida de William Munny en el ocaso mientras se escucha el rasgar agudo de una guitarra. He sabido que el señor Relaño se jubila o lo jubilan en unos meses casi al tiempo que ha desembarcado el señor Segurola con las mismas trazas malvadas de odio florentiniano, una cosa patológica, lo cual es casi un alivio, únicamente temporal pero alivio porque necesitamos, el mundo necesita a modo de represa, a modo de contención, a señores como Relaño y Segurola que cuentan historias terribles, incluso grotescas y rabiosas, pero que escriben y saben escribir. Imagínense solos frente a todos los que vienen de su calaña que no saben hacerlo.

La entrada Se buscan Relaños aparece primero en La Galerna.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 966