Pese a que la información procedía de periodistas normalmente bien informados, reconozco que me costaba creer que el Real Madrid estuviese dispuesto a someterse a las exigencias valencianistas y pagase una cifra cercana a los sesenta millones por un gran jugador joven con todo por demostrar aún en un grande. ¿Acaso esta descripción no coincidía ya con la que se podría dar de Kovacic? El potencial de André Gomes parece bastante grande: se trata de un jugador de mucha clase que apunta a convertirse en una referencia en su puesto. Exactamente lo mismo pienso de Kovacic, insisto.
Para el Barcelona se puede tratar de una gran contratación, aunque bastante cara dado su nivel actual. Lo mejor que se puede decir de la plantilla del Real Madrid es que André Gomes difícilmente la podía mejorar. El Real Madrid tiene a su disposición, además de a Kovacic, a Modric, Casemiro, Kroos, James, Isco y Llorente (para mí Asensio actuará más arriba). Varios de estos grandes jugadores tienen un perfil similar a André Gomes, por lo que la función que podría desempeñar el portugués parece ya cubierta. La entrada de Gomes en el mejor de los casos sólo mantendría el nivel de la plantilla.
Les seré sincero: probablemente si esta misma pregunta me la hubiera hecho en diciembre, mi opinión sería distinta. Por aquella época el Madrid parecía vagar sin rumbo. Resultaba muy necesaria una regeneración que contemplase aspectos diferentes a la calidad intrínseca de los miembros del plantel blanco. Había que cambiar piezas porque el simple cambio parecía beneficioso de por sí. Sin embargo, ¿cómo no darle el beneficio de la duda a una plantilla repleta de calidad que desde la llegada de Zidane ha conseguido números de record en liga y ha ganado la Undécima?
El reconocimiento del paupérrimo balance de ligas ganadas de los últimos años no debe ser incompatible con la certeza de que desde la llegada de Zidane todo ha cambiado. Desde luego la liga perdida no se ha debido a la histórica segunda vuelta protagonizada por los de Chamartín.
Dicha reflexión no invalida el fichaje de otro jugador para el medio del campo, pero dicha figura debería responder a un perfil diferente al imperante en la plantilla blanca, y debería conllevar la salida de algún jugador. En este sentido Pogba sí podría responder a las exigencias.
La plantilla del Real Madrid que ganó la Undécima no estaba exenta de ciertas carencias. Por ejemplo, el puesto de lateral izquierdo sólo contaba con Marcelo. Igualmente la plantilla podía estar falta de cierto gol desde el banquillo, y de desborde. Coentrão parece el indicado para competir con Marcelo. Zidane será el encargado de tratar de conseguir del portugués su disponibilidad competitiva durante todo el año. Morata debería poder cumplir a la perfección con el perfil de nueve suplente de un gran equipo. No dudo de que tendrá presencia en el equipo inicial en muchos partidos.
Queda el desborde. Para mí esta cualidad nunca sobra. Asensio me parece una incorporación que está siendo sorprendentemente minusvalorada. Marco aportará casi desde el primer día a poco que le acompañe la suerte. Pero como digo el desborde nunca sobra, por lo que no descartaría que la dirección deportiva del Real Madrid realice alguna incorporación.
La amenaza de la sanción FIFA obliga al club a realizar una planificación a dos años, y la edad de algún jugador de especial relevancia obliga a la reflexión. Mi sugerencia es que la nota la pongamos una vez se haya cerrado el mercado. Hacerlo antes será un ejercicio de histerismo que al final, quizá, sea baldío.
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