Pedro de Felipe no fue un dechado de virtudes técnicas pero suplió sus deficiencias con esfuerzo, pasión, entrega y amor a unos colores. Nacido en la capital de España el 18 de julio de 1944, fue un defensa central sobrio, eficiente, contundente, con un buen juego aéreo y gran sentido de la anticipación.
Su llegada al club se produce con apenas 16 años. Pedro es un chaval que vive cerca del estadio Metropolitano donde juega el Atleti pero por sus venas corre sangre blanca. Entra a formar parte del equipo aficionado y allí el técnico Pedro Eguíluz se queda prendado de sus condiciones, informando a la parcela técnica del club de que tiene en su plantel al posible sustituto de Santamaría para la primera plantilla.
Tras una cesión al Rayo Vallecano con el que juega en Segunda División, debuta con el Real Madrid a principios de la campaña 1964-1965, en un duelo liguero en el Santiago Bernabéu con victoria frente al Real Oviedo. Unos días después también disputa sus primeros minutos en la Copa de Europa contra los daneses del B1909, aunque su presencia esa temporada sólo se extiende en tres choques más de la competición doméstica que acaba conquistando el Madrid con cuatro puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid.
Al año siguiente el declive de Santamaría era evidente y Muñoz le dio la alternativa en la zaga titular. Un curso que fue histórico al cosechar la sexta Copa de Europa con un equipo repleto de jugadores españoles en la final y buenos momentos en las eliminatorias previas de Puskas y el central uruguayo. De Felipe jugó en el choque de ida de dieciseisavos ante el Feyenoord y en el de vuelta de octavos frente al Kilmanock escocés para no dejar el once en el resto del torneo.
En cuartos tocó remontar contra el Anderlecht en el Bernabéu al caer 1-0 en Bruselas, y en semis llegó el rival más duro, el Inter de Milán de Helenio Herrera. El primer partido acabó con una victoria mínima de los blancos gracias a un tanto de Pirri que hubo que defender en el Giuseppe Meazza. Allí emergió Pedro de Felipe junto a Pachín y Sanchís para detener a los Peiró, Mazzola, Jair, Luis Suárez y compañía. Con un empate a uno, el Madrid accedió a la final. En Heysel y con mucho emigrante hispano en la grada, el Partizan se adelantó por medio de Vasovic pero dos tantos en pocos minutos de Amancio y Serena dieron el título continental a los merengues.
En el trienio siguiente, que abarca desde la temporada 1966-1967 al curso 1968-1969, el Real Madrid fue imbatible en el Campeonato de Liga. De Felipe fue el cacique de la defensa en el primer y el tercer título formando pareja ya con Zoco mientras que en el segundo entorchado obtenido en 1968 apenas jugó seis partidos. La razón fue que en su primera convocatoria con la selección española, en el homenaje a Ricardo Zamora, se rompió el menisco contra un combinado mundial, lesión que le tuvo apartado de los terrenos de juego durante varios meses. Años después se quitó la espina al ser internacional en un duelo contra Turquía, pero su mejor recuerdo con el equipo nacional fue el triunfo en el Mundial de selecciones militares de 1965.
Con la llegada de la década de los 70 añadió a su palmarés el único trofeo que le restaba, la Copa. Sólo tuvo participación en el estreno de la competición frente al Castellón y desde el banquillo observó la victoria madridista en la final contra el Valencia por 3-1 en el Camp Nou. Había comenzado el curso como titular, pero la aparición fulgurante de Goyo Benito le iba a ir apartando del once paulatinamente.
En su última temporada (1971-1972) apenas disfrutó de continuidad, pero si ayudó en once encuentros de Liga a que el equipo superase al Valencia y el Barça en la lucha por el Campeonato Nacional. La relación que mantenía con Miguel Muñoz no era la misma desde hacía un año cuando criticó al técnico por su suplencia, y en el verano del 72 Bernabéu le concedió la carta de libertad. Acababa de esa forma una etapa en la entidad de Chamartín que duró ocho temporadas y en las que no marcó ningún tanto en 169 partidos oficiales.
Por entonces tenía 28 años y aún le quedaba fútbol en sus piernas. Firmó por el Español donde fue clave por su experiencia en la defensa perica. Tuvo como socios en la zaga a Ochoa, Ortiz Aquino, ‘Pepito’ Ramos o Verdugo y completó seis años a buen nivel hasta que colgó las botas en 1978.
En su vida posterior al balompié, ejerció como secretario técnico del Espanyol o secretario general del Almería, y en los últimos tiempos fue muy conocido además por ser el representante de Vicente Del Bosque.
Pedro de Felipe ha muerto a los 71 años, rubricando una negra racha de fallecimientos de leyendas del Madrid yeyé. Betancort, Zoco y Velázquez le han precedido reciente y tristemente.
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