La ventaja de no saber demasiado de fútbol es que puedo escribir un artículo como este, en el que analizo a un futbolista sin fijarme en esas cosas que otros sí ven y que, curiosamente, salen a la luz cuando las estadísticas o el nivel no acompañan. Nunca he visto a nadie hablar de los intangibles a la hora de repasar partidos de Leo Messi o Cristiano Ronaldo. Quizá a ellos no les haga falta. O quizá hasta un aficionado como yo sepa ver la categoría de ambos futbolistas.
En los últimos meses hemos encontrado toneladas de intangibles en torno a Karim Benzema. Más intangibles que goles y asistencias. Y al Real Madrid, por lo que veo en los resultados, no le va demasiado bien cambiando números por intangibles. Resulta que Benzema, cuya clase es indiscutible, ya no es delantero del Madrid, y parece que nunca lo fue. Es un nueve y medio o un diez, o una mezcla de ambas. Si no marca es porque participa más en la asociación y si en un partido no se asocia es porque el equipo no acompaña. Es entonces cuando toca tirar de intangibles, esas cosas que los expertos sí ven y los cenutrios como yo no alcanzamos ni a atisbar.
nadie habla de ‘intangibles’ para analizar el fútbol de messi y cristiano
En Twitter he llegado a leer, por ejemplo, que uno de esos intangibles es dar un pase al que luego da la asistencia. Es decir: “Benzema para Isco, Isco se mete en el área y se la cede a Cristiano para que marque”. Mérito de Benzema. Leído en Twitter. El intangible es eso. Supongo que es importante. Yo, desde fuera, con mi nulo conocimiento, le daría el mérito a Isco por asistir y a Cristiano por marcar. Pero empiezo a pensar que estoy equivocado.
Otro intangible famoso es el que resume que Cristiano es quien es gracias a Benzema o que juega mejor y marca más gracias a Benzema. Intuyo que el francés le dio consejos en la última Eurocopa sobre cómo debía de jugar para llevar a Portugal a la final casi de forma milagrosa. Como anécdota, seguramente la excepción que confirma la regla, diré que la noche del hat-trick al Bayern, Cristiano marcó esos tres goles justo cuando Benzema fue sustituido. O que Cristiano anotó dos al Sevilla en un 4-1 la pasada temporada sin Benzema en el campo -no jugó ni un minuto el francés-.
Los intangibles, en el caso de Benzema, sirven para que mantenga la etiqueta de titular indiscutible de todo un Real Madrid incluso cuando los números y las sensaciones no acompañan. Me dijeron de pequeño que en el Madrid debían jugar los mejores del mundo o, en su defecto, futbolistas que fueran TOP 3 en su posición. Benzema ha dejado de ser ambas cosas hace años, pero ahora maneja esos indiscutibles intangibles que, al parecer, bastan para no perder su lugar en el once.
He visto al madridismo suspirar por Lewandowski, Neymar, Mbappé, Icardi y hasta Griezmann. Sacan estadísticas, vídeos con sus goles, jugadas en las que asisten a compañeros, acciones individuales fabulosas, pero nada de intangibles. En este Real Madrid no queremos realidades, queremos intangibles. Bastante que Cristiano Ronaldo sigue en el equipo ofreciendo sólo sesenta o setenta goles por temporada. Con eso no se va a ninguna parte más allá de ganar la Champions League.
Ahora que el Real Madrid no anda bien, que Bale se ha vuelto a lesionar -eso da para otro artículo- y que no hay suplentes de garantías para el ataque porque el club entendió que no hacía falta, la solución pasa porque la RFEF, LaLiga y la UEFA den mayor valor a los intangibles para que no echemos tanto de menos esos goles que, al final, y llamadme raro, son los que te llevan a lo más alto. Y no, este no es un artículo en el que me mofo de Benzema, sino en el que me río, y mucho, de que la defensa a un jugador se base en cosas que algunos creen ver porque algunos creen que saben más que el resto. Ojalá Benzema me calle la boca con goles y asistencias y no me la abra aún más con intangibles.
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