Una de las cosas que más han alimentado mi ego madridista desde siempre fueron las referencias de L´Equipe y la prensa deportiva francesa a la grandeza del Real. Desde la mítica portada de “Aprendan del Madrid” del año 60 hasta la de Zidane volando sobre las manos de sus jugadores tras ganar la Undécima en San Siro, a toda portada. El tono de admiración indisimulada por el club y la idílica conexión francófila gracias a Zidane y Benzema contrarrestaba la bajeza general del discurso periodístico nacional: era un refugio luminoso. Hasta ahora.
Ha pasado desapercibido, en parte por que llevamos dos semanas de sucesos escandalosos e inauditos que se encadenan uno detrás de otro sin darte tiempo a que la opinión pública los digiera convenientemente. Pero el otro día Canal Plus Francia cometió la mayor vileza que recuerdo, dando difusión a un vídeo bajuno y mentiroso en el que se decía que el próximo Madrid-Barcelona iba a ser “diferente”: el Madrid resultaba ser la unidad de antidisturbios de la Policía Nacional, y a lo largo de los tres minutos y pico que duraba se alternaban las imágenes de policías zurrando a jugadores del Barcelona, gaseándolos en la cara y derribándolos a conciencia, con la recreación del penalty marcado por Bale en Milán al Atlético en la que el 11 blanco era Rajoy y el portero Oblak era el del Barcelona.
La mezquindad era doble. Por un lado, proscribía a la policía española como represora, dando pábulo a los bulos sobre su supuesta brutalidad en Barcelona el domingo 1 de octubre. Por otro lado, identificaba al Real Madrid con esa falaz imagen del policía español sádico, y por extensión, con la derecha política española que desde el Gobierno pisa con la bota de la opresión las cívicas ansias de libertad del pueblo catalán, según el relato falso de la propaganda independentista que muchos medios internacionales no han dudado en comprar.
En el vídeo, el madrid resultó ser la unidad de antidisturbios de la policía nacional
Igual que uno de los complejos mas notables del español actual es preguntarse siempre con aprensión “qué es lo que piensa Europa de esto” cada vez que pasa algo en España, uno de mis complejos como madridista es repasar tras cada gran partido la prensa deportiva extranjera. Quizá sea un vicio del que deba renunciar, viendo lo de Canal Plus Francia, o la viñeta de L´Equipe (¡el mismísimo L´Equipe!) mostrando a un antidisturbios agarrando por el pescuezo a Piqué sobre el rótulo de “Se queda”. Al fin y al cabo, los periodistas deportivos extranjeros no tienen por qué ser mejores que los españoles, per se. Imaginar que sí es una vana presunción.
Mentando los ancestros de Canal Plus Francia recordé cuán hábil fábrica de antimadridistas fue durante años el realizador televisivo de Canal Plus España. Aquellas repeticiones a cámara lenta, aquella fantástica panoplia de planos y contraplanos hechos como a propósito para encabronar a las aficiones rivales cuando había algo dudoso en el área del Madrid, o en la contraria…siempre sospeché de tanta recreación, sobre todo por lo sibilino: siempre aparecía la goebbeliana mano del realizador cuando la polémica favorecía al Madrid.
El principio número 6 de la famosa propaganda nazi consistía en vulgarizar: “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. El vídeo de Canal Plus Francia cumple además con otro de estos principios, con el de la transfusión: “Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas”. Al caracterizar a los jugadores del Madrid como policías nacionales antidisturbios que agreden a los jugadores del Barcelona una y otra vez, el mensaje es nítido, nada alambicado. No hay que estudiar un máster para captarlo: el Madrid, es decir, España, la España negra y agresiva de 1940, la mesetaria y sangrienta, la taurina y antidemocrática, capando a la alegre Cataluña barcelonista, cosmopolita y pacífica. ¡Hombres con porras y escudos frente a hombres inermes que sólo juegan al balón! Y más aún, el sustrato sobre el que esta narrativa lisérgica salta a la vista: ¡el Madrid, el equipo del Gobierno, de la derecha, de Franco, aplastando otra vez al ejército desarmado de la Cataluña disneylándica!
Canal Plus Francia pertenece al Grupo Vivendi, quien tuvo que recurrir al dinero catarí de Bein Sports para salvar a su compañía estrella del negocio del fútbol en Francia. Quizá la próxima vez que el Madrid juegue allí deba salir con la cruz de Lorena en la pechera, para que recuerden quiénes se deben a petromonarquías teocráticas y quiénes a países democráticos de verdad.
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