No, amigos periodistas, Marco Verratti no dijo lo que ustedes encontraron en Twitter y no supieron contrastar. No ensalzó la figura de Isco Alarcón en ‘Sky Italia’ y tampoco incluyó a Messi en esas inexistentes declaraciones. Pero vieron una frase jugosa, intuyeron que daría visitas y se lanzaron a por ellas sin importar el origen o, directamente, si era una cita real o inventada.
Estuve ocho años trabajando en un medio de comunicación, tiempo suficiente como para darme cuenta de que, con el paso del tiempo, la prensa se desprendió de esos valores de los que presumía en beneficio de la dictadura del ‘click’, esa en la que priman las visitas, no el cómo se llega a ellas. Si tienes pinchazos, tienes publicidad, tienes dinero. Así de fácil. Yo viví de ello durante mucho tiempo. Se engaña a la gente, pero da igual si esa gente acaba visitando la página. Tan crudo como real. Tú, que estás leyendo esto, no eres más que un número para los grandes transatlánticos de la prensa deportiva. Importa poco que pinches en una noticia falsa o en una verdadera. Lo que importa es que pinches. Y ya.
Volviendo al famoso tweet, la realidad es que fue demasiado fácil. Ni siquiera hubo premeditación. Pura improvisación. Estaba charlando con @Steizam, @RecycledIce y @AntonioSR98 cuando, de repente, me dio por decirles que iba a soltar unas declaraciones de Verratti totalmente falsas. Y lo hice. Sabía que agitaría la red social, aunque, siendo sincero, no pensaba que se liaría la que se ha liado. Menos todavía cuando, minutos después, justo debajo del tweet, puse “Invent” para dejar claro, como si hiciera falta, que la frase no era real. Sin embargo, muchos medios vieron el filón y cerraron los ojos. Porque sí, algunos sabían que era fake, pero las visitas, en 2017, valen más que la veracidad. Mucho más.
Tú, que estás leyendo esto, no eres más que un número para la prensa deportiva
¿Han pedido perdón los medios que metieron la pata? No. De hecho, ‘Sport’, por ejemplo, publicó la noticia criticando a Verratti y lo que hizo fue cambiarla después. Pasó de airear las palabras del italiano a decir que un twittero se la había colado a la prensa. Ni siquiera hicieron una noticia nueva, simplemente modificaron la que ya existía. ¿Por qué no se disculparon? Porque hacerlo te honra, pero no te da de comer, mientras que dejarlo, aunque te lluevan las críticas, supone que las propias críticas acaben generando más ‘clicks’. La publicidad, buena o mala, siempre es bienvenida.
Así todo, con esto no pretendía dar lecciones ni desnudar las miserías de la prensa deportiva. No es mi labor. Ya sabíamos que el periodismo estaba herido de muerte, no era necesario dejarlo en evidencia una vez más. Simplemente busqué pasar un buen rato, aunque debo reconocer que no ha estado mal todo lo que ha venido después. Lo peor -o lo mejor, según se mire- es que dentro de poco tiempo, alguien hará algo similar y la prensa, con la venda puesta en los ojos y la conciencia guardada en un pasado mucho más honesto, aceptará gustosa el engaño con tal de sacar beneficio de él. Y la culpa, aunque duela, es y será nuestra.
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