La respuesta a mi carta de ayer a José Antonio Abellán, donde yo defendía a Keylor Navas de sus ataques radiofónicos, ha sido abrumadora. Tanto La Galerna como mi cuenta de Twitter se han inundado de comentarios, la mayor parte (no todos) en apoyo a mi carta y la mayor parte (no todos) procedentes de Costa Rica, donde Keylor es más que un héroe nacional. Esta respuesta viene a demostrar la idoneidad y -perdón por lo que puede parecer inmodestia- la necesidad de que alguien respondiera al locutor. Suele decirse que las cosas se ven de otro modo transcurrida la calentura del momento. La regla no es aplicable en este caso, porque repasado el audio de Abellán, así como el que usó ayer para responder a la polémica (ya que no a disculparse), creo que me quedé francamente corto en mi criticismo.
Abellán no solo llamó “paleto” a Keylor Navas por arrodillarse para rezar antes de cada partido. Le llamó “paleto” no menos de cuatro veces, colocando antes en una de ellas el aumentativo “pedazo de”. Pero no queda ahí la cosa. En error que no lograré perdonarme fácilmente, en mi carta pasé por alto que le llamó también “maleducado”, “impertinente” y “ridículo”. Pido disculpas por no haberme hecho eco, asimismo, de todas estas imprecaciones.
En su programa de ayer, Abellán se ratificó en todo lo dicho, lo que no hace más que moverme a una ratificación por mi parte, con las ya señaladas disculpas por haber sido demasiado blando con el locutor al no citar el resto de improperios.
Por lo demás, Abellán niega haber hablado de la iniciativa de Keylor de raparse el pelo en apoyo a los niños con cáncer. Lo cierto es que él no habla directamente de ello. Lo hace, al principio del corte, uno de sus colaboradores, y es la mención de esa iniciativa la que mueve a Abellán a resoplar y lanzarse en su diatriba contra el portero tico. Este matiz en nada cambia lo que yo dije en la carta sobre la actitud de Abellán respecto a esta iniciativa de Keylor, a saber: “(…) no te gusta que se haya rapado el pelo en solidaridad o como guiño para con los niños enfermos. ¿Quién eres tú exactamente para pontificar acerca de cómo hay que mostrar compasión y ayudar a los niños con cáncer? ¿Quién eres tú para erigirte en juez de gestos cuya idoneidad estética puede cuestionarse, claro, pero nunca su inmejorable intención? Haz el favor de tener un poco del respeto que, asombrosamente, reclamas a un hombre cuyo único delito es tener una fe de hierro y (claro) jugar en el Real Madrid”.
Poco más que añadir, salvo reiterar mi agradecimiento por la gran acogida a la carta y lamentar que Abellán no haya querido disculparse por su atropello.
La entrada Al hilo de mi carta a Abellán aparece primero en La Galerna.