Escribo este artículo de opinión desde las tripas. Sé que no es la mejor manera de opinar y que cuando nos dejamos llevar por el sentimiento y la rabia cometemos injusticias. Pero díganme si no es más cierto que a veces tiene un fin terapéutico porque, de lo contrario, corremos el riesgo de que todo ese “veneno” se nos quede dentro y nos provoque un mal mayor.
Hoy, me levanto bastante indignado (palabra que está perdiendo su significado) con lo que ocurrió anoche en el Bernabéu. Me corrijo a mí mismo: por lo de anoche siento tristeza, con lo que estoy indignado es con el análisis de lo sucedido por parte de nuestra afición. Las crónicas de la “prensa especializada” ya no me producen ningún sentimiento, sólo indiferencia y, muchas veces, carcajadas.
No es muy inteligente escribir en contra del jefe. De hecho, es todo a lo contrario a ser inteligente. Pero allá voy.
Admirado señor Bengoechea, su crónica de hoy es puro pagafantismo. No quiero menospreciarle, ni ofenderle, que esto quede bien claro. Si utilizo este gracioso neologismo es desde la complicidad de alguien que admira y aplaude su labor. Creo que no hace falta que se lo aclare. Sabe que en mí tiene uno de sus lectores más antiguos y más fiel. Aunque un amigo (perdón por la licencia) no podría llamarse así si no te comenta tus errores.
Esta mañana, en cuanto recibí la notificación vía twitter de la publicación de su crónica, lo primero que hice fue abrirla a través del enlace. Bien es cierto que usted nos avisaba de que “No va a gustar a nadie”. La leí con detenimiento. Conmigo acertó en su pronóstico. No me gustó su conclusión. Ya sé, ya sé… Es la opinión de un “bufandero” , de un forofo. Sólo le pido que me permita que le exponga mis razones.
En este artículo, usted peca de uno de los mayores vicios de los que acusamos al aficionado habitual de nuestro estadio. Este pecado lo llamaré esnobismo para no molestar más de lo necesario. Según la RAE, esnob es aquel que imita con afectación las maneras, las opiniones, etc de aquellos que considera distinguidos. D. Jesús, usted hace una disección del encuentro bastante fría y aséptica. Este encuentro no necesitaba una disección, necesitaba una necropsia.
Como le he comentado vía Twitter, pensar que el Real Madrid tiene las oportunidades de ganar una liga en España es una tremenda ingenuidad. No es sólo el arbitraje de ayer, es todo lo que rodea a la competición. Desde la jauría mediática se ha ido macerando lo que sucedió ayer en el Bernabéu. Lo de esta semana ha sido el Apocalipsis Zombie. Lo denomino así debido a la cantidad de majaderías que se han propalado sobre las jugaditas de la discordia. Hay que ser un auténtico zombie para “tragar” con las explicaciones “técnicas” que se han ofrecido. Se ha creado un escándalo de proporciones bíblicas de la nada más absoluta. Pero no es de esta semana sólo. Esto se viene trabajando desde el momento que el Barça iba con “respiración asistida”. Porque eso es lo que tiene el Barcelona que le ofrece mandar en títulos ligueros en los últimos años. Los madridistas hemos visto pasar por delante de nuestras narices el travestismo de los medios y las teorías oficialistas. Se ha pasado del “hablar de los árbitros es de equipos pequeños o perdedores” a “los árbitros son muy malos” o “hablemos sólo de los árbitros”.
Por no aburrirle más sólo le quiero exponer unas cuantas dudas que me asaltan.
Por lo visto anoche, una expulsión puede ser rigurosa a la vez que justa. Ahora bien, si es un fuera de juego riguroso lo injusto es pitarlo. Si hablamos ya de un penalti riguroso por mano clara, el pitarlo es un escándalo.
En su artículo escribe que la defensa de Las Palmas estuvo “tirando” la línea muy bien aunque les metieron dos goles anulados que los delanteros estaban en posición legal. ¿Cuándo una defensa en línea está mal?, ¿a partir del tercer gol, del cuarto….?
De nuevo el fuera de juego, el domingo no sólo era difícil de ver sino que lo acertado era aplicar en caso de duda no pitarlo. Hoy dos fuera de juego que no son y los pitan pero el empate es ¿justo?.
Cómo es posible que mientras un equipo lleva una temporada grandiosa con varios récords esté un punto por debajo de su rival. Teniendo en cuenta que su rival hace tiempo que dejó de tener ese punto de superioridad frente a sus rivales y la mayoría de sus encuentros son una auténtica ruleta rusa. Aunque una ruleta rusa en la que hay dos pistolas: la del Barça sin bala en el tambor y la del rival con 5 balas.
Le escribí y le escribo de nuevo que el Barcelona no hubiera tenido este arbitraje de haber estado en el lugar del Madrid. Nunca. Sólo de imaginar lo que se escribiría, oiría o vería hoy me estremezco de miedo. A más, a más (que dicen por Cataluña), recuérdeme, si es posible, algo siquiera remotamente parecido.
Lo de ayer es digno del cine del mejor Mamet. La preparación del “timo” ha sido prodigiosa. Se ha distraído la atención de la víctima el tiempo suficiente para que no reparara en lo que le venía encima. El escenario era el adecuado y el ejecutor un profesional contrastado en su “labor”. Nadie esperaba lo que se perpetró ayer y el “enemigo” cuenta con nuestra soberbia innata: “¡Perder contra Las Palmas no tiene excusa!”
Ya lo dije y lo mantengo. El Madrid no puede ganar esta Liga. Ni esta, ni muchas si la cosa no cambia. Lo demás es un ejercicio de pagafantismo
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