Lo confieso: yo estaba equivocado y los Tattaglia tenían razón. Los valors del Barça son muy superiores a los de cualquier otro club, incluído por supuesto el Real Madrid, que para Alfredo Relaño es menos que un club. El Real Madrid es menos que un club y el Barça es mucho más. De ahí que, nada más saber que Piqué había llamado “cono” a Arbeloa, traté de encontrarle una justificación al insulto del defensa central alistado a la plataforma española Guanyarem. Si era materialmente imposible que Piqué insultara a alguien sin venir a cuento, mucho menos a un ex compañero suyo de selección, entonces la explicación tenía que encontrarse necesariamente en los otros. Así que, ni corto ni perezoso, colgué en Twitter una encuesta; la pregunta era la siguiente: “¿Quién tiene la culpa de que Piqué insulte a Arbeloa?”, y cuatro eran las posibles respuestas, a saber: Mourinho, el Real Madrid, Florentino Pérez y Arbeloa. Después de más de 1.500 votos, y con un 50% de los mismos, el ganador absoluto fue Mourinho, seguido por Arbeloa con el 21% y, empatados con un 15%, el Real Madrid y su presidente. Hubo quien, con la sana intención de completar la encuesta para que así pudiéramos tener en nuestro poder un análisis más ajustado, apuntó que las cuatro posibles respuestas eran perfectamente compatibles y, en otros casos, hubo quien añadió “Aznar”, “Franco” o “España” como otras posibilidades. Aun así, sí es posible sin embargo realizar un análisis de los motivos que llevaron a Arbeloa a ser insultado por Piqué yendo al foco de la provocación, ese podio de animadversión, rencor y podredumbre compuesto por Mourinho, Arbeloa y, empatados, Florentino y el Real Madrid, medallas de oro, plata y bronce respectivamente.
Oro para Mourinho: aunque ya no está, sí permanece sin embargo el fruto de su odio por España y lo español, de ahí que ataque a uno de sus máximos defensores a nivel internacional, el españolísimo Gerard Piqué. Mourinho sembró la cizaña tan hondo que Arbeloa es perfectamente insultable. Se impone cuanto antes una llamadita del capitán madridista, Sergio Ramos, o del anterior capitán, Iker Casillas, a Piqué para pedirle perdón por la mala imagen ofrecida por Álvaro. Si yo fuera Piqué estaría ofendidísimo por haber llamado cono a Arbeloa y no cogería por supuesto el teléfono, aún así hay que intentarlo una y otra vez, y otra más, hasta que Gerard perdone al defensa del Real Madrid por ser insultado por él. Todo sea en aras del buen ambiente que debe reinar en La Roja de mis cojones (¡uy, perdón, borrad eso inmediatamente!)… Repetimos: todo sea en aras de la defensa del buen ambiente que debe reinar en la selección española de fútbol, comandada por ese hombre bueno llamado Vicente y apellidado Del Bosque (aquí van unos encendidos aplausos). Mourinho dimisión, Arbeloa destitución y Xabi al paredón.
Plata para Arbeloa: Álvaro no tiene perdón de Dios por no haber llamado aún por teléfono a Xavi. Su participación en la guerra del Real Madrid contra el más que un club le hace merecedor de la medalla de plata y, por cierto, acreedor a este u otros insultos que procedan de Piqué. Yo que tú llamaría, Álvaro; si no tienes el número de teléfono llama a Oporto, que allí te lo dan. Llama o, si no, arrástrate hasta Barcelona, vete al entrenamiento del Barça y pide perdón. Eres un mal compañero por ser insultado por Piqué, que es un buen chico, un mocetón español orgulloso de su bandera y de su himno. Tú ya no tienes ninguna posibilidad de volver a ser convocado por Del Bosque pero, por una vez, piensa en tus otros compañeros; piensa en Ramos, Isco y Carvajal. Llama. O, mejor aún, llamad todos. Un party line con conexión con Oporto.
Bronce para el Madrid y Florentino Pérez: en el Real Madrid no hacen más que provocar al Barcelona y su presidente está todo el día lanzando indirectas. Demasiado bien se portó Piqué no llamando senil a Florentino, como hizo el otro día un periodista en Onda Cero, o puticlub al Real. El Madrid debería emitir un comunicado oficial cuanto antes, ayer es tarde, pidiendo respeto para Piqué y reprobando la acción de Arbeloa y apartándole, por supuesto, del primer equipo. Álvaro no merece llevar más tiempo esa camiseta… ¿Caballeros dan la mano?… Mira cómo me río. Ni caballeros, ni mano, ni ná de ná. Mourinho y Pérez dimisión. Elecciones ya. Boluda presidente.
Por último, no querría marcharme de aquí sin destacar el papel de hombre justo que siempre ha ejercido, y aún sigue ejerciendo, dooooooon Vicente del Bosque. Siempre en su sitio, independiente como pocos, objetivo, pacifista, marqués y, pese a ello, campechano y honorapla, es ciertamente reseñapla la intervención de San Vicente bueno y mártir saliendo al cruce y poniendo paz antes de que a Piqué le siente mal que Arbeloa haya sido insultado por él. El ambiente es cojonudo, como los espárragos. Mourinho, dimite, el pueblo no te admite. Y viva siempre dooooooon Vicente.
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